martes, 5 de marzo de 2013

El Cazador de Mariposas Por: Duvan Teran Benitez Code T00036386



EL CAZADOR DE MARIPOSAS

Su llegada al mundo de nuestra consciencia fue tan inesperada y repentina como violenta; buscábamos, en la chistera que creíamos encerrada en aquél cuarto, las formas sociales del pasado siglo, y encontramos en el cazador de mariposas las esencias intelectuales y el puro símbolo del Racionalismo austero y constructor.
Si el instinto que surge de lo profundo rigió en cualquier ocasión la noche de Walpurgis de un cazador de alimañas y fieras, el suave y plácido ardor del intelecto, convertido en tabla de sistemas y clasificaciones, ungió el corazón del cazador de mariposas en los momentos de transcendentes alegrías y zozobras. Así pudo colocarse entre las cosas inocentes del mundo el atrapar insectos con una red, y también entre las vanidades de la soberbia.
Esto me hace pensar que no importa cuan pequeño sea, algunos tenemos conciencia para saber la importancia de un insecto por muy pequeño, este tiene el mismo que uno grande, y el mismo valor que cualquier otro ser que ha sido en puesto en este mundo.

Por otra parte, El ideal del intelecto, que quiso atrapar el mundo y clavarlo en el tapiz de «las lecciones de cosas», encontró en el caza-insectos su propia imagen. Así como el cazador de mariposas, hay muchos seres humanos que ya sea para bien o para mal, se refugian en “La ciencia” para justificar sus acciones, todos los seres tienen derecho a vivir, crecer y morir dignamente; bien como lo dice un apartado, no es lo mismo encontrar una mariposa muerta en el jardín, ya sea accidental su muerte esta justificada por factores que rigen la vida, pero el cazador de mariposas cambia el destino de estas realizando eso a lo que el llama ciencia. Pero así como acaba todo lo malo en esta vida Nos lo dice así el caza-insectos abandonado en el rincón de un desván, sin un mal rayito de sol.

Todos los seres tenemos derecho a vivir, nada tiene derecho de acabar con la existencia del otro por mas pequeño que sea, o cuan insignificante le parezca, a todas esas mariposas, a todos esos insectos se les dio vida por alguna razón, por algún motivo o con algún propósito, no somos nada, no somos nadie, no decidimos sobre la vida de los demás, ese es un derecho que no existe ni debería existir nunca.
Esto me da a entender cuan ignorantes son aquellos seres que deciden sobre las vidas de todo cuanto pueden, las leyes, “los derechos”, ¿fueron escritos por seres ejemplares? No tenemos la seguridad de eso, pero podemos decidir que hacer con nuestras vidas y con nuestras acciones, seamos un ejemplo de lo que queremos que sean los demás, demos para recibir, no seamos “Cazadores de Mariposas”.  

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